A mí me funciona

El blog de Ignacio Cruz

La cosa de trabajar desde casa

17 may. 2016
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Trabajo desde casa desde hace ya 3 años y medio. Me encanta hacerlo pero no está exento de puntos negativos, y algunos son perjudiciales para la salud, lo sé y vivo con ello. Trabajar desde casa exige varias cosas:

1. Honestidad con el que te contrata

No es algo que sea únicamente propio de los que trabajan desde casa, más bien de muchos autónomos. En mi caso nunca me he desplazado a las oficinas de algún cliente porque dedico la mayor parte de mi tiempo a WPMU DEV e intento evitar clientes “estándar”. No te ven, no te controlan ni saben qué haces en todo el día, por eso tienes que ser brutalmente honesto. Si te has levantado con resaca y no quieres trabajar es mejor decirlo y luego recuperar todo o parte de las horas que has perdido en lugar de hacer cualquier pufo en tus facturas.

2. Fuerza de voluntad

Sinceramente, no me vería con tanta fuerza de voluntad si mi vida no fuera medianamente ordenada (no lo ha sido nunca hasta ahora). Si tu vida no lo es, lo vas a pasar mal: horarios muy locos, poca capacidad para organizar tu vida y vacaciones… Cuando era estudiante, mis jornadas en la biblioteca eran maratonianas y nocturnas. La noche puede ser muy tranquila para alguien que trabaja en casa pero no es nada recomendable, no hay nada como la oscuridad para convertirse en un psicópata.

3. No necesitar de nadie para alegrarte el día

Soy una persona sociable y afortunadamente tengo suficientes amistades como para pasar los fines de semana tomando algo o apartarme de Madrid con alguna excursión pero no necesito a nadie a mi lado para entretenerme o mantener la concentración. No echo de menos los paseos a la máquina de café con compañeros de trabajo o desayunar con ellos. Dame algo de leer en papel, periódico o libro, que ya me entretengo yo. Si eres de los que necesitan de vez en cuando parar para hablar con alguien puede que esta vida no sea para ti.


Después de tanto tiempo, puedo recopilar una lista de consejos a aplicar en la vida diaria para alguien que trabaja desde casa. Consejos que yo no cumplo al 100%, prueba es que son las 19:51 y llevo trabajando desde las 8:15. Mal, Ignacio, mal.

1. Mantén una rutina

Levántate más o menos a la misma hora todos los días. Cuando pase un tiempo no vas a necesitar el despertador, así que tu corazón no va a sufrir oyendo ese pitido del demonio. Yo hago trampa: Me levanto a la misma hora que mi mujer se va a trabajar y le hago el desayuno: Yo contento, ella contenta. Esto es un win-win en toda regla.

2. Recoge la casa

No hay nada peor que trabajar en un sitio lleno de calcetines por el suelo y los restos de la cena del día anterior. Recoge un poco cuando te levantes, te hará sentir mejor y luego no tendrás que hacerlo, que da mucha pereza al terminar de trabajar.

3. Organiza tus tareas del día

Al inicio de la jornada, agarro mi agenda de papel y apunto las tareas que tengo que ir haciendo durante el día. No hay que volverse loco con cumplirlas todas porque a veces no es posible pero el hecho de escribirlas te hace sentir responsable de ellas.

Creo que es mejor empezar respondiendo emails que puedas hacer rápido. A continuación, haz las tareas que no tengas ganas de hacer. Así, poco antes y después de comer te quedan las que te gustan más, justo cuando corres peligro de decaer en tu jornada.

4. Haz ejercicio

¿ Te aburre el gimnasio? Apúntate a Pilates o Boxeo o alguna otra actividad guiada. Yo he sido un malísimo deportista siempre. Era de los últimos elegidos para jugar a cualquier cosa así que no soy el mejor para dar consejos pero no queda otra. ¿Quieres engañarte a ti mismo? Sube las escaleras de tu primer piso y créete que ya has hecho ejercicio.

Suda, no hay otra solución. Los primeros días son horribles pero luego te lo empieza a pedir el cuerpo.

5. Invierte en elementos de tu estudio que te hagan sentir cómodo

Una buena lámpara con luz cálida, cuelga unos cuadros con un poquito de sentido estético. No vayas por ahí colgando pósters de chicas dándose el lote, es de mal gusto, feo y machista.

6. Lee en papel o tinta electrónica

Difícil, ¿Eh? Descansa los ojos de tanta iluminación y siéntate a leer algo. Coge un libro que no tenga nada que ver (si programas en PHP no vale un libro de JavaScript), ciencia ficción, ensayo, cómic, lo que sea pero lee algo distinto en una no-pantalla-retroiluminada.

7. Apaga a alguna hora

Tienes que terminar en algún momento. En serio.

8. Aprende a cocinar

Apúntate a algún curso y empieza a alimentarte mejor. Lee sobre cocina y aprende nuevos platos, es un entretenimiento bonito y útil. Pon música de fondo y pelarás cebollas silbando.

9. Trabaja en otro sitio de vez en cuando

Paga por algún coworking o vete a la oficina de alguien a trabajar de vez en cuando. No es bueno estar todos los días en el mismo sitio encerrado.

Una de las cosas que no me gusta de trabajar en casa es que te vuelves obsesivo con los ruidos del edificio (si trabajas en un piso). Sé a qué hora limpia mi vecina y a cuándo empieza mi vecino a hacer sus cosas. Los ruidos que se repiten día a día a la misma hora acaban por molestarte. En ese momento es mejor cambiar de ambiente por unos días.

10. Paga herramientas que te liberen de papeleo tedioso

Yo uso Freshbooks y también pago mensualmente a una asesoría para que me lleve los papeles de autónomo. No sólo dejarás de hacer cosas que odias sino que puedes aprovechar ese tiempo para lo que quieras. Para un autónomo, el tiempo es dinero o felicidad.

11. Distráete un poco

No se puede trabajar al 100% todo el tiempo. Si llevas mucho tiempo con una tarea y piensas “un poquito más”, es hora de parar, quitarte el pijama, ponerte unos pantalones y baja al parque a sentarte en un banco u observar alguna obra.

12. Duerme bien

Haz la prueba, acuéstate pronto un día y verás que al día siguiente el rendimiento es muy distinto. Si no has dormido bien, echa un sueñecito a la hora de la siesta. Si hay ruido, ponte tapones. 10 minutos es más que suficiente.

13. Intenta no pensar en todo lo que tienes que hacer cuando te tomas el día libre

SIEMPRE hay cosas que hacer.